Revista literaria avant la lettre

Primer borrador de la primera frase del primer capítulo de «Don Quijote de la Mancha»

by

En Villanueva de los Infantes, al sureste de Ciudad Real, en Castilla-La Mancha, allí donde me hurtaron veinte ducados, me caí en redondo al suelo tras pisar un higo partiéndome la crisma, un caballo bayo me defecó en la nuca y una vaca me orinó en el pie, tras lo cual transité una yarda de un penoso y polvoriento camino colmado de cardos y espinos, medio mareado por la contusión y el asfixiante calor de mediodía esquivé víboras, alacranes y avispas, alimañas las cuales me atacaron sin venir a cuento y me produjeron grandes dolores e incomodidades, me desorienté en tortuosas calles y pregunté por hallar buen camino a un señor de larga barba cana que se me pareció manso y sentado estaba en el tranco de una primitiva casa, quien por respuesta me gritó bellaco, gañán, faquín y belitre, entre otros toscos agravios, y medio un bastonazo en la mollera con tan mala fortuna que justo lo hizo en el punto donde ya tenía el tolondro previo del traspié, según él porque lo había despertado de la siesta, y seguidamente hube de escapar despavorido, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.

Recomendamos