Revista literaria avant la lettre

El monje y el pozo: revisión de Travis Finter de la fábula «Therandros y el pozo de Trofonio», escrita por Menic de Treang a partir de la anécdota que le contó un vendedor ambulante de nabos

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Había una vez un monje que vivía en una cueva. En la cueva, con el monje, había un pozo. Del pozo emanaba siempre un horrible efluvio pestilente pero el monje no se sentía molestado por aquella inconveniencia. Por medio de la meditación era capaz de soportar el hedor y vivir en calma y paz.

Un día, mientras el monje meditaba, apareció una escalerilla de mano asomándose desde el interior del pozo. La parte superior de la misma, brillante y metálica, se apoyó en el borde con delicadeza y por ella ascendió un hombre elegantemente vestido. Poseía un bigote que se propagaba hacia ambos lados de su rostro adoptando cada mechón la forma del pico de una tetera inglesa. Portaba, el hombre, un lustroso maletín bajo el brazo. Se acercó al monje con gran educación y se aclaró la garganta para advertir de su presencia.

—Buenos días —dijo — . Mi nombre es Páncreas y solo quería preguntarle si no había pensado nunca en darle a esta cueva un toque más distinguido. ¡Porque si lo ha pensado aquí tengo justo lo que necesita!

Sin dar tiempo al monje a reaccionar abrió su maletín y extrajo un álbum de muestras en cuya cubierta frontal se leía «Soluciones en moquetas de alta prestación para entornos extremos». El monje estaba atónito.

—¿Qué? ¿Moqueta para la cueva? —dijo.

—Eso es, para la cueva —dijo Páncreas el comercial — . Nuestras moquetas se adhieren perfectamente a cualquier superficie rocosa. No le mentiré: es posible que, al principio, con toda esta humedad, la moqueta resbale y se desprenda deslizándose por la pared como una babosa. Pero nada que un poco de fe no solucione.

—¿Pero qué dice, quién es usted? ¿Fe en qué? —preguntó el monje.

—En el poder de nuestro magnífico pegamento, que viene incluido en el precio de nuestra promoción para nuevos clientes. Le costará sólo tres cabras y dos kilos de sal. Más no se lo puedo rebajar, lo siento.

El monje se rascó la cabeza, dubitativo. Parecía una oportunidad.

—Tres cabras… oiga, ¿y cuánto tiempo durará esta moqueta antes de que la humedad la convierta en un nido de moho y microorganismos?

—Eso es lo mejor, verá, nuestra moqueta es un ente perpetuo: su degradación es tan solo el preludio de su propia resurrección. Al pudrirse lanza esporas que se pegan a las paredes y vuelve a crecer mientras hace florecer la vida.

El monje miró al comercial en silencio, considerando verdaderamente si merecía la pena la inversión. Finalmente asintió.

—De acuerdo, tres cabras y dos kilos de sal —dijo — . ¿Acepta tarjeta de crédito?

—Por supuesto —dijo Páncreas el comercial empezando a sacar gran cantidad de moqueta de un saco oculto entre sus ropas.

—Pues lástima, porque no tengo —dijo el monje.

—Pues no tanta lástima, porque tampoco se la pensaba aceptar, por listo.

—Pues no le compro la moqueta. Ni tampoco el pegamento.

—¿Co-moqueta-mpoco el pegamento?

***Pausa***

El narrador alzó la vista sonriendo amablemente y se incorporó en su sillón mientras cerraba el libro que había estado leyendo en voz alta.

—Vaya, cómo pasa el tiempo cuando lo pasamos bien, ¿cierto? Lo que acabamos de leer es un extracto del relato El monje y el pozo. Una revisión de Travis Finter de la fábula Therandros y el pozo de Trofonio, escrita por Menic de Treang a partir de la anécdota que le contó un vendedor ambulante de nabos. Hemos llegado al final del programa, pero ha sido fantástico tenerles como público esta tarde. Volveremos mañana con más amenidades para la mente. Contaremos con la presencia de Graham Chapata Chonson que nos hablará de la panpiroflexia, o papiroflexia con lonchas de pan, y también nos visitará Presentación Montescalière, que nos presentará su libro Inmovilidad consciente: estudio sobre los principios fundacionales y evolución sociopolítica del Ascensornalismo. Una apasionante exploración crítica sobre el surgimiento y consolidación de la doctrina de los ascensores conservadores en el panorama político contemporáneo. Sobre ello conversaremos después en una tertulia en la que contaremos con la propia Presentación; nos acompañará también Chenchor Chorlemonio, pastor de ostras, Sir Archibald Cabina Montacargas, ascensor delegado general de la Coalición Nacional de la Verticalidad, y la Dra. Lídia Elevín, ingeniera especializada en tecno-dinámica contra-estructural y reputada crítica hacia el conservadurismo vertical. ¡No se lo pierdan! Nos vemos mañana en una nueva edición de «Sintonías para la introspección». Hasta entonces, les deseamos una feliz velada. ¡Adiós!

«Sintonías para la introspección».

Un programa presentado, dirigido, producido y editado y musicalizado y emitido por:

Klausbert von Altmännerlaufbahn-Schnoddertopf-Langspiegelsammlung-Königszwiebel-Otterwächter von der Geflügelbeilagenplatte mit Knoblauchbrotkrümel und Senf mit Padrónpaprika-Kleinigkeitenmischung-Quasselkaffee aus von Schnitzelhausen.

Con la colaboración de:

Klausbert von Altmännerlaufbahn-Schnoddertopf-Langspiegelsammlung-Königszwiebel-Otterwächter von der Geflügelbeilagenplatte mit Knoblauchbrotkrümel und Senf mit Padrónpaprika-Kleinigkeitenmischung-Quasselkaffee aus von Schnitzelhausen Jr.

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